Por Lionel Kante
@gastrowise_ar
Agasajamos a mamá en su día con un rico pastel. Hoy cocinamos un Key Lime Pie. Super fácil, tanto en cuanto a los ingredientes como al procedimiento. Feliz Día a todas las mamis, ese puerto seguro al que acudimos cuando las aguas de la vida se ponen turbulentas.
Madre hay una sola
Siento la brisa en mi cara, el sol revienta en el cielo del mediodía, se escucha el bullicio de los chicos saliendo del colegio y de la otra cuadra me llega ese olor tan particular de la fábrica de lana. Miro a mi alrededor y estoy caminando por la avenida San Martín, en Caseros, a media cuadra de la escuela. En el camino veo el Banco Cooperativo, la Perfumería Diego y la Fiambrería Armando. Cruzamos las vías del tren y llegamos a la parada del 328, el colectivo que cada día nos lleva de regreso a casa.
Ella me lleva de la mano. Como siempre, caminamos a paso firme porque hay que llegar a casa antes que papá y Marcela para preparar la mesa y la comida. Estamos enfrascados en una de nuestras charlas que solamente se interrumpen si paramos en el supermercado de Rosa para saludarla y seguir camino... Abro los ojos, estoy en el balcón de casa, es octubre de 2020, casi 35 años después de esa rutina que acabo de recrear en mi memoria y que cada día hacíamos con mi mamá.
Mamá era maestra (luego sería secretaría y más tarde vicedirectora) del colegio en el que yo estudiaba, en el que se había educado desde jardín de infantes y en el que mi papá y mi hermana también trabajaban. Para los chicos era la Señorita Mercedes, para sus compañeras de trabajo era “Meche”, para los vecinos y amigos era “Coca” pero para mí era mi mamá.
La recuerdo, siempre de punta en blanco, el guardapolvo diáfano como la nieve y cruzando el patio del colegio a toda velocidad. En casa no era distinta, estaba detrás de cada detalle, se levantaba tempranísimo junto con papá y dejaba todo listo antes de irse al trabajo. Mamá siempre fue una mujer decidida, emprendedora, muy compañera de mi viejo y sobre todas las cosas incansablemente trabajadora. Actualmente disfruta de su muy merecido tiempo de retiro. Con su jubilación no terminaron sus inquietudes, desde entonces ha hecho de todo y se ha reinventado mil veces y una más para volver a sacar su mejor faceta.
Hoy en su día quiero homenajearla a ella, Mujer con todas las letras y una M bien mayúscula. Nunca bajó los brazos, nunca ocupó un lugar a medias; siempre se dedicó al ciento por ciento. A veces, caminando por la calle, sus viejos alumnos la encuentran y la saludan con gran afabilidad. Es que ella en más de 50 años de carrera docente ha sido maestra de varias generaciones. Yo me quedo siempre observando, escuchando, presenciando la gratitud y respeto que le tienen. Y pienso en lo maravilloso que debe ser dejar un legado indeleble en tantas personas.
A mi mamá, a todas las mamás, las que están y a las que nos cuidan desde el cielo, a las abuelas y a todas esas mujeres que de una u otra manera fueron “mater et magistra” en nuestras vidas: ¡FELIZ DIA!
La propuesta
Como buen día de festejo que es el día de la madre les propongo un mimo dulce para ella, la reina de la casa. Vamos a preparar un Key Lime pie, o como decimos en criollo un Pastel de lima.
Este pastel es un clásico de la cocina estadounidense y su nombre deriva de un fruto denominado “Key Lime” que crece con abundancia en los cayos de la Florida. Estas limas son un poco más ácidas y aromáticas que las limas comunes dándole al pastel un sabor muy característico.
Vale la pena aclarar que no es un cheese cake, aunque es bastante parecido ya que la técnica es similar y puede hacerse o bien con leche condensada o cream cheese. Se puede acompañar con crema batida o bien comerse solo, en todo su esplendor.
La receta
Ingredientes
Para la base:
250 grs de galletitas tipo “Lincoln”, “Coquitas” o las galletitas de leche que más te gusten
50 grs de manteca derretida
25 grs de azúcar común
Opcional: 1 cdita de jengibre en polvo
Para el relleno:
680 grs de cream cheese “Philadelphia” o similar
225 grs de azúcar común
3 huevos grandes a temperatura ambiente
160 cm3 de jugo de lima
1 cda de ralladura de lima
120 grs de yogurt natural
Preparación
Precalentar el horno a 160º
Preparar la base: moler las galletitas en la procesadora e incorporar la manteca derretida, el azúcar y el jengibre.
Cubrir el fondo de una tortera desmontable de 23 cms de diámetro con la mezcla de la base presionando bien con una cuchara.
Llevar a horno por 10 minutos. Retirar y dejar enfriar.
Preparar el relleno: en un bol grande colocar el queso crema y batir con batidora de mano unos minutos hasta ablandar.
Agregar el azúcar y volver a batir un par de minutos. Agregar los huevos de a uno, batiendo entre cada adición.
Incorporar la ralladura y el jugo de lima. Luego agregar el yogurt.
Forrar la parte inferior de la tortera en la que tenemos la base cocinada con papel de aluminio. Verter el relleno sobre la base.
Colocar la tortera en una fuente de horno y agregar agua caliente en la fuente para armar un baño María (aproximadamente 3cms de agua)
Llevar a horno entre 50 y 60 minutos o hasta que los bordes estén firmes y el centro apenas se tambalee.
Apagar el horno y dejar que el pastel se enfríe dentro del mismo. Una vez frío, llevar a heladera al menos durante 8 horas. Se puede decorar con finas rodajas de lima y acompañar con crema batida con poca o sin azúcar.
Servir.