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Pain d’épices (Pan de especias)

Por Lionel Kante

@gastrowise_ar


El viajar es un placer, que nos suele suceder...


Cualquiera sea la forma que elijamos para hacerlo o el lugar al que vayamos, un viaje siempre va a tener un efecto transformador en nosotros. Dejando de lado implicancias filosóficas, al regresar de un viaje ya no somos los mismos. Hoy, una receta con ingredientes que viajaron largas distancias.


Recreos culinarios


Viajar, en auto, ómnibus o avión, es una de las mejores inversiones que podemos hacer. Otros paisajes, otros climas, el idioma, la cultura en todas sus expresiones, aromas y sabores son todos estímulos que nos “traemos puestos” a nuestro regreso. La experiencia en sí, puede resumirse en mucho más que una divertida recopilación de fotos.


Cada vez que tengo la posibilidad de viajar, una vez arribado a mi destino, me gusta divertirme con lo que yo llamo “recreos culinarios”. ¿En qué consisten? Paseos temáticos donde el énfasis lo pongo en recorrer un lugar desde lo gastronómico y fuera de los circuitos tradicionales que impone el llamado “turismo de masas”.


La aventura puede ir desde perderme en un laberíntico mercado local, aceptar una invitación a comer en la casa de un lugareño, hasta probar recónditos restaurantes o simplemente entrar a un supermercado. Y así entonces, llega el encuentro con gustos que plantean un desafío al paladar, variados colores y métodos de cocción, olores de especias nunca vistas en nuestras tierras, todo forma parte de una experiencia intercultural, cosas que nos vamos a llevar… algunas dentro del equipaje, pero otras en el recuerdo.




La propuesta


Hoy vamos a cocinar un pan de especias… ¡Epa! no te asustes… ¡no hay que amasar!

El Pain d’épices es típico de Francia, principalmente de la ciudad de Dijon y también de la región de Alsacia. Como suele suceder, detrás de su historia hay reyes, damiselas y una receta que ha llegado evolucionada hasta nuestros días. En otros países es conocido como Gingerbread (Inglaterra), Lebkuchen (Alemania), Pan de jengibre (España).


La textura del Pain d’épices se encuentra entre el pan y un budín muy especiado y endulzado con miel. Tiene la particularidad que al no quedar tan dulce puede consumirse tanto con alimentos salados como un buen paté o quesos (en forma de canapé) o bien con dulces como la mermelada y las jaleas (de naranja o mandarinas, cassis, sauco o grosella -mis preferidas-).


La receta gira alrededor de un par de ingredientes bastante icónicos en mi experiencia (especias y sal marina) que traje a la vuelta de unas vacaciones, y la intención es poder “re-crear” las sensaciones que experimenté en esos viajes, ya no exactamente en aquellos lugares sino aquí, en la cocina de mi casa. Al fin de cuentas, cocinar también es eso, un viaje en el tiempo, de vuelta a un momento especial.


Arrancamos como siempre musicalizando la cocina para que fluya buena onda por todos lados. Si me preguntás a mí, te recomiendo algo de música francesa como Amir (J’ai cherché), Caroline Loeb (C’est la ouate), Jain (Makeba o Come), algo de Zaz, Madmoiselle K o Artur H (Navigateur Solitaire), o también clásicos como Edith Piaf, Jacques Brel, Charles Aznavour.


El pan de especias, ya sea que lo combine con salado o dulce, generalmente me gusta incorporarlo como un appetizer. Entonces, con esto en mente me lo imagino de la mano de un rico espumante de esos que hoy por hoy abundan en nuestro país.


Manos a la obra! Son muy pocos ingredientes y un par de pasos nomás.

La receta


Pain d’épices (Pan de especias o jengibre)


Ingredientes


- 250 g de Harina 0000

- 250 g de alguna miel bien aromática

- 175 cc de agua

- 1 cdita de bicarbonato (otorgará un color más oscuro y elegante)

- 10 g de especias para pan d’épices (*) (uno de los ingredientes que vino en el equipaje, las compré en Le Bon Marché de París)

- 1 pizca de sal (camuflada también en mi valija desde la ciudad de Trapani en Sicilia donde la compré a un pequeño productor local, cualquier otra que tengas en la alacena irá muy bien también. Hoy está bastante de moda y accesible la sal rosada del Himalaya)

- Un puñadito de cascaritas de naranja confitadas cortadas bien chiquito.


Preparación

  • En un bol tamizar los secos: harina, bicarbonato, sal y especias. Agregarle luego las cascaritas de naranja.

  • En una cacerolita colocar la miel y el agua. Llevar a fuego medio. Fundir e incorporar bien.

  • Agregar la mezcla de agua y miel a los secos. Incorporar completamente con espátula o batidor de alambre sin batir. Solamente asegurándote que no queden grumos.

  • Verter en una budinera 30 x 10 cms o una cintura de 20 x 15 cms o molde similar previamente enmantecado.

  • Llevar a horno 180 C durante 35 a 40 minutos. Estará listo cuando insertemos la punta del cuchillo y salga sin ninguna adherencia. No esperes un gran volumen de leudado en el horno, es un pan más bien compacto.

  • Una vez retirado del horno dejar que entibie y envolver con film autoadherente.

  • Dejar reposar más o menos 5 días antes de consumir. Esto hará que los sabores se asienten y cobren plenitud. Por su alto contenido de miel el pan tendrá una buena conservación. Se puede consumir fresco o bien seco, tostado al horno.



(*) A no desesperar si no tenemos las especias porque consisten simplemente en una mezcla y podemos hacerla tranquilamente en casa logrando buenos resultados con lo siguiente:

- 1 cdita de jengibre en polvo + ½ cdita de pimienta negra molida + ¾ cdita de anís molido + ½ cdita de cardamomo en molido + 1 cdita de canela en polvo + 1 cdita de clavo de olor molido + ¼ cdita de nues moscada molida. Una vez mezclados pesá la cantidad de la receta, si hiciste de más guardalo en un frasco herméticamente cerrado.


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