Por Lleny Pérez.
En estos tiempos, en donde muchos se han visto recluidos en sus hogares, producto de la pandemia del Covid19, el ser humano se encuentra ante una situación inédita. Aislados, aburridos; otros angustiados o ansiosos; y casi todos, extrañando a los suyos. ¿Qué tal si juntamos seres queridos con el vino como vínculo?
Antes de la llegada de los medios de comunicación, tal como hoy les conocemos, el ser humano se aferraba al contacto con el otro a través de cartas cuando la distancia regía.
Hasta no hace mucho se enviaban misivas a seres queridos que se encontraban alejados físicamente.
Trascendental valor tenía esa hoja, en donde el otro te contaba de sí, de lo que hacía, de lo que vendría. Muchos colocaban flores en los sobres, fotos, pequeños objetos, hasta el rastro de un perfume impregnando el papel. Así el otro, no solo le leería, o le vería, sino que también olería su fragancia. En esa época, estos recursos se convertían en experiencias sensoriales. Era como decirle a esa persona tácitamente estoy lejos, pero una parte de mí viaja hasta vos.
Hoy en día, a pesar de los avances tecnológicos, no es posible que podamos oler la receta que preparan en el canal de cocina. O que podamos sentir el beso que nos envían a través de una llamada. O el abrazo de despedida del amigo que te dice que te extraña en una nota de audio.
En estos días de cuarentena, estas sensaciones imposibilitadas o truncadas, requieren reinvención. Por eso vemos que muchos han optado por verse virtualmente, y aunque cada uno de ellos coinciden en la acción, cada quien tiene su particular/individual experiencia del encuentro.
Cuando el vino nos une
Recientemente, tuve una reunión virtual de amigos muy queridos, amantes del vino todos. Y por patrocinio y logística de Vinosfera, esta juntada no solo contempló el deseo común del reencuentro, sino que también, todos teníamos el mismo vino para degustar.
Y es aquí en donde la experiencia se hizo grupal, porque el vino fungió como nexo. Era el vehículo sensorial del encuentro. Una manera, virtual y real al mismo tiempo, de estar conectados compartiendo los mismos olores, sabores, sensaciones.
Sin duda, esta situación no va a suplantar el valor y significado de los contactos físicos; pero no podemos negar que, mientras el aislamiento continúe, tendremos que reinventarnos como seres sociales. Buscar acercarnos al otro de todas las formas posibles.
Ojalá esta época que nos ha tocado vivir, nos ayude a que afiancemos nuestros vínculos. A reconocer el otro y vernos en él. Ya volveremos a chocar nuestras copas y a brindar por haber salido de esto, más sabios y fortalecidos. Pero mientras eso ocurre, que no nos falten los afectos ni el vino.
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El vino y sus maridajes son la razón del encuentro. El compartir es el mejor resultado. Conocidos o extraños, siempre hay una nueva experiencia, nuevos amigos.
Conectados por el vino es un espacio de encuentro remoto a través de video conferencia con nuestros sommeliers. Teniendo todos los presentes/asistentes el mismo vino y los productos gourmet, podemos “conectar” al vivir todos la misma experiencia sensorial, degustar el mismo vino y hacer los mismos maridajes. Disponible solo para personas ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Si deseás conocer más de nuestras experiencias online hace click aquí: Online Tasting