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Al rescate del Cabernet Sauvignon.

Por Ivana D'Agostino

@ivana.dagostino

Derribando Mitos.


Mi percepción es que el cabernet sauvignon no tiene mucha fama en Argentina. Admitámoslo. Está relegado, dado por sentado. Y no creo que merezca ese lugar. Muchas veces pasa desapercibido en las góndolas y se lo reemplaza fácilmente por un malbec, o bien por su pariente el cabernet franc, que según dicen “se está poniendo de moda” y tiene “notas mentoladas que están buenísimas”.

Nada especial se suele comunicar del cabernet sauvignon en nuestro país, salvo que muchos enólogos están buscando la manera de blurear la nota de pimiento asado, típico de la varietalidad en climas cálidos como el nuestro, del mismo modo en que Michael Jackson intentó hacerse blanco.


Por otro lado, hay mitos en el inconsciente colectivo que lo asocia a un vino “antiguo”, un vino “de hombres”, o bien que es “demasiado fuerte”, hasta “rústico”, que no tiene el physique du rôle “para competir con los vinos verticales, austeros y expresivos del terroir” que están ocupando tendencias en estos días. Utilicé comillas en este párrafo con el fin de citar algunas de las frases que he escuchado decir a muchas personas mientras las asesoraba en su decisión de compra.

¡Vayamos al rescate del cabernet sauvignon!


Es urgente. Reivindiquémoslo contando que este vino proviene de la cepa más noble del mundo ya que se adapta a una gran variedad de suelos, climas y latitudes; de hecho, se le considera la reina de las tintas. La cepa cabernet sauvignon es el resultado del cruce natural entre la cabernet franc y la sauvignon blanc. Cepa de éxito y gran reputación en Burdeos, Francia, así como también en regiones del Nuevo Mundo, como California en EEUU y Coonawarra en Australia. Su piel gruesa y resistente aporta una alta concentración de color y gran estructura tánica. Da vinos de mucho cuerpo, aptos para guardas prolongadas. Se destaca por los aromas profundos que recuerdan a la grosella, el pimiento rojo o verde dependiendo del punto de cosecha, y las aceitunas negras. Se integra muy bien en cortes con malbec, y también con merlot y syrah.

De la mano de Vinósfera Wine gallery, una vez más me zambullí en el mundo etílico online a principios de junio para conducir una cata comparativa de tres cabernet sauvignon argentinos. Degustamos un cabernet de Cafayate, en la Provinicia de Salta, fermentado en vasijas ovoides que asombró a todos con su frescura y perfil austero. Luego abordamos otro proveniente de Agrelo, en Mendoza; con una crianza de 15 meses en madera francesa de primer uso, de perfil principalmente frutado y suaves notas a pimiento asado y especias que cautivó a mis degustadores por su elegancia y estilo. Finalmente, cerramos el flight con otro cabernet mendocino -de Maipú- y de mayor intensidad: la fruta se presentó madura y en mermelada con una marcada reminiscencia a tabaco rubio y regaliz, seguramente acentuada por su añejamiento de 15 meses en barricas nuevas de roble francés y americano. De las tres botellas destacamos la redondez de los taninos, la frescura estructural aportada por una acidez equilibrada, y la distinción de una pirazina sutil que no reclama protagonismo sino que se asoma de forma sugerente y atractiva a medida que el vino se abre en la copa.


¡Qué grata sorpresa me llevé esa noche al ver los cuadraditos de mi Zoom! El 90% de los participantes promediaba los 35 años de edad. Seguramente se estarán preguntando qué tiene de particular este dato. Si previo al evento alguien me hubiese pedido que adivinara qué tipo de público asistiría a la cata, habría afirmado, casi sin lugar a dudas, gente mayor y principalmente hombres. ¡Pues no! En este caso fueron hombres y mujeres jóvenes, solos y en pareja, ansiosos por descorchar esa “bomba del NOA” (Noroeste Argentino), como dijo uno de ellos, y por conocer los detalles guardados en las botellas estrellas de la noche.


Fue así, como tuve la clara visión de que hay muchos consumidores dispuestos y deseosos de ser llevados de la mano por alguien que pueda guiarlos en el mundo del vino. Como sommeliers, tenemos una tarea hermosa por hacer. Somos actores claves en el acercamiento del público a etiquetas y varietales menos populares, pero en muchas ocasiones de igual o superior calidad que las más famosas.

Con nuestro olfato tan bien entrenado para describir la personalidad de un vino y estimar su potencial de guarda, podríamos también detectar los perfiles de consumidores que están ávidos de conocer lo nuevo y de reaprender lo clásico del vino argentino. ¡Dejemos huella en ellos! Tenemos “vinazos” que nos harán quedar siempre bien … sólo hace falta nuestro conocimiento y esmero puestos al servicio de esta industria donde hay mucho talento para la creatividad, amor por la tierra, y voluntad de trabajo.


Alcemos la copa de un cabernet sauvignon... por el cabernet sauvignon. ¡Salud!




 


El vino y sus maridajes son la razón del encuentro. El compartir es el mejor resultado. Conocidos o extraños, siempre hay una nueva experiencia, nuevos amigos.


Conectados por el vino es un espacio de encuentro remoto a través de video conferencia con nuestros sommeliers. Teniendo todos los presentes/asistentes los mismos vinos y/o productos gourmet, podemos “conectar” al vivir todos la misma experiencia sensorial, degustar el mismo vino y hacer los mismos maridajes. Disponible solo para personas ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y zonas del área metropolitana de GBA, Argentina.


Si deseás conocer más de nuestras experiencias online hace click aquí: Online Tasting


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